La Tentación

La tentación es el deseo irresistible de ejecutar una acción inmediata y agradable, pero que podría ser dañina a largo plazo.
En la Biblia cristiana se habla de la tentación de Jesús, quien fue tentado en el desierto para que se abstenga de hacer la voluntad de su Padre, e incitándole para que obre según la voluntad de Satanás.
A través de los tiempos, la manzana aparece como el símbolo que representa esta tentación.
La manzana era uno de los atributos de la diosa Afrodita, un símbolo erótico de lujuria, sensualidad, sexualidad, belleza y atracción, presente en muchos episodios de la mitología clásica griega y romana.
En la Grecia clásica, lanzar una manzana a una mujer y que ella la recogiese era considerado una aceptación de relaciones personales íntimas.
La Biblia judía, es un compendio de tradiciones, ritos y mitos antiguos, desde los mesopotámicos hasta los clásicos, recoge esta simbología en el Génesis, con Adán y Eva, como “el fruto del árbol del Conocimiento del Bien y el Mal, que está en medio del Paraíso”, como la poderosa imagen de la manzana, objeto sexual (su corte vertical intuye una vulva femenina).
Asimismo, en la simbología oculta de los cuentos infantiles, aparece como perpetuadora, en un inconsciente colectivo de tradiciones, en el cuento de Blanca nieves, donde surge la madrasta con la tentadora manzana, inmortalizándola en la mente de miles de niños.
Apple, la imagen tecnológica de la nueva religión pagana del siglo XXI, tiene con símbolo una manzana, obviamente, quien ha probado Apple, no vuelve atrás…
Se suele decir, ha mordido la manzana, sugiere, una relación amorosa, pasional, para tentar al ser humano.
Para mí, la tentación comenzó a existir cuando hice la primera comunión y debía confesar mis pecados para comulgar, requisito que se convirtió en un martirio intolerable, porque el diablo se me aparecía para tentarme a cometer pecados, justo cuando me dirigía a la iglesia para recibir la comunión, por lo que en poco tiempo, nunca más me confesé y peor comulgué.
Siempre he tenido presente que las tentaciones aparecen inesperadamente, en las tradiciones religiosas, el responsable es el diablo, lo cual, creo, me libera del pecado en el juicio nal.
Tengo la idea de un Dios Universal, no exclusivo para los humanos del planeta tierra, con prejuicios de lo relativo, de lo que es el bien o el mal, ¿acaso las leyes del universo tienen que regirse por un código creado por los ignorantes humanos?
El bien y el mal es un juego ideado por el hombre y para el hombre, para limitar excesos, encausar opiniones y que a veces bene cia a una minoría que manda y, somete a la mayoría, que obedece en nombre del divino Dios de los humanos.
Si el Dios universal pensara como los humanos, no sabríamos nunca qué es lo que delibera.

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